Repetir
trabalenguas: utilizar trabalenguas divertidos que atraigan la atención
de los niños , y decirles en que cuento los pueden encontrar. Invitarlos a que
ellos busquen más, a que los inventen. Pueden hacer una competición de
trabalenguas, a ver cual es más enredado. Y cómo premio, cómo no!! un
cuento.
Buscar
palabras que rimen: Elegir una
lectura y buscar palabras que rimen. A partir de aquí, pueden leer la
narración completa. También puedes crear breves composiciones poéticas
utilizando las palabras encontradas.
Promover
la creación de comparaciones y metáforas: De igual
manera que en el caso anterior, buscar en un texto metáforas y comparaciones, y
luego invitarlos a que inventen las suyas propias, sobre las cosas que les
gustan, sobre sus compañeros, etc.
Escuchar
canciones infantiles: Todas las canciones cuentan una breve
historia. ¿Por qué no inventan entre todos un cuento a partir de la canción?.
Recitar
poemas: Empezar con rimas sencillas sobre los meses del año, etc,
para acabar, con alumnos más grandes, con poemas elegidos por ellos mismos.
Hacer que escriban sus propias composiciones y las reciten para sus compañeros.
Interpretar
personajes: ¿Quien no disfrutó disfrazándose de príncipe, héroe,
monstruo, princesa, bruja, o mil cosas más que sólo se les ocurren a esas
pequeñas mentes tan creativas? Fomentemos su creatividad, dejarlos ser el
personaje que quieran. Ninguna actividad logrará más la atención de los niños
que meterse en otra “piel”. Y si con eso logramos que lean
los diálogos para luego decirlos, y la historia para interpretarla,
pues estupendo…
Representar
diálogos escritos por los propios alumnos: Una vez se han
familiarizado con la “interpretación” de pequeñas historietas, proponerlos a que
inventen las suyas propias con diálogos entre personajes, y que las
representen en clase.
Crear
cuentos colectivos: Una noticia, una imagen, algo que pasó en
la escuela, etc… Cualquier cosa puede ser el detonante para crear un
cuento. Motivarlos, crear un ambiente de intriga, proponer preguntas sin
respuesta, etc… Seguro que ellos sólo serán los que los propongan seguir
una historia entre todos.
Inventar
finales para una narración: ¿Que hubiera pasado si….? Imaginar otros finales para los cuentos que se explican en clase. Los niños tienen una
imaginación desbordante, seguro os soprenderán.
Explicar
cuentos y comentar sus ilustraciones: La actividad
por excelencia. Crear un ambiente tranquilo, y a la vez crear un clima de
suspenso, para ver que cuento toca hoy. Enseñar las ilustraciones para que
ellos puedan ir anticipando la historia, y luego ir explicándola para que todos
la conozcan.
Ilustrar
textos y dibujar historietas: Cómo actividad posterior a la narración,
proponer a los alumnos que dibujen los personajes, que ilustren la historia que
acabn de narrar.
Editar
y publicar trabajos creativos elaborados por la clase: ¿Por que no
crear la revista del aula?. En ella podéis ir publicando los trabajos más
creativos que se hayan realizado en clase. Es una actividad muy
motivadora.
Convocar
a concursos literarios: Para alumnos más mayores, y más iniciados
en la “literatura”. Informarse sobre concursos literarios y poner en
conocimiento de los niños, seguro se animan a participar.
Asistir
a funciones teatrales: Ir al teatro, ver a los actores en
directo como representan una obra, observar cómo los personajes se salen de las
páginas y están allá en carne y hueso hablando y moviéndose delante de ellos,
es una actividad fantástica para fomentar el gusto por la lectura.